Hierbas aromáticas en la cocina.

Las hierbas aromáticas  frescas o secas, dispuestas en botes y jarros, o como coronas colgantes, son un elemento que anima la cocina por su belleza y fragancia.

Las hierbas aromáticas son un ingrediente culinario básico en la cocina, y difunden un aroma delicioso. Cogidas del jardín  plantadas en macetas o colgadas para su secado, se convierten en prácticos arreglos decorativos.

Las hierbas utilizadas para cocinar, como el romero, tomillo o la salvia, se pueden plantar en unas macetas y colocarlas sobre el alfeizar de una soleada ventana. Los recipientes mas comunes en la cocina pueden convertirse en contenedores para las hierbas: cestos colgantes, tarros y latas son ideales para este propósito.

También pueden crearse arreglos de hierbas secas colgando unos ramilletes, atados con cordel, de los estantes o de las barras de las cortinas.

Siempre que se precisen unas horas para cocinar, pueden cortarse del ramillete, pero también permiten disfrutar del sutil aroma de las hierbas. Si se trata de un arreglo meramente decorativo, se puede añadir polvo de raíz de lirio y aceites esenciales para fijar la fragancia.

Si prefieres cultivar las plantas en el exterior, pero te gustaría tenerlas a mano para cocinar, coloca en la cocina algunos ramilletes de hierbas frescas de uso cotidiano como el perejil, romero, salvia o albahaca en tarritos o jarrones pequeños. Deben cortarse por la mañana y mantenerse en agua hasta que las uses.